Crónica parlamentaria desde la Asamblea Nacional (AN)

Ahora todas las esperanzas están sembradas sobre las posibles mediaciones de FEDECAMARAS con el nuevo gobierno de los EE.UU presidido por Joe Biden, para bajar el tono emocional, las sanciones y el bloqueo contra la economía del país.

T/Yahvé Álvarez

Yahvealvarez1@gmail.com

F/Archivo o designada

Caracas

Con la crónica periodística se intenta describir sin juzgar, dibujar ideas, enunciar argumentos dejando de lado la imposición de alguna razón, en medio de esta palabras surge la siguiente interrogante: ¿Cómo describes un sueño sin arruinar la idea, cómo delineas una esperanza al invidente mental sin desdibujar su alcance poético?

En la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, ahora las jornadas de trabajo se inician de forma asidua a las 2:30pm, la reciente fiebre por el trabajo parlamentario en las primeras semanas de labor legislativa ya pasaron de moda.

La indumentaria formal sigue siendo la tendencia tanto para los diputados del gobierno como de la oposición, todo esto marinado por la aprobación, por UNÁNIMIDAD, de todo lo que se debate en el Palacio Federal Legislativo, sede de nuestro poder legislativo nacional.

En esta semana los puntos permanentes de la agenda de trabajo son todos los avances que registran las comisiones de Diálogo, Reconciliación y Paz, como también la comisión que sistematiza el trabajo de las postulaciones para la definición de los nuevos rectores del próximo Consejo Nacional Electoral (CNE) emblema del Poder Electoral del país, todo esto acompañado del punto reiterado en las últimas semanas sobre la defensa intransigente de la soberanía nacional en la Guyana Esequiba.

Como parte importante de la agenda, la vicepresidenta Delcy Rodríguez, en la entrega de su Memoria y Cuenta ante la Asamblea, reitera el compromiso del gobierno nacional por generar contraloría administrativa y social en la gestión administrativa de las pasadas juntas directivas de la AN.

En medio de las sesiones de la semana, se consolida el interés de la Comisión Permanente de Finanzas en el tema del nuevo protagonismo que asumió FEDECAMARAS -“por convicción o cohesión”- en el reconocimiento del gobierno del presidente Nicolás Maduro y sobre las posibles mediaciones con el gobierno de los EE.UU. Es el tema permanente en articular por los pasillos de la sede administrativa de la AN.

También destaca la consideración de aspectos que determinan el interés de la opinión pública nacional: la ausencia de efectivo, la hiperinflación, el circulante en dólares que ya son una rutina acumulada. Los viejitos del Seguro Social esperan con ansiedad el pago del Bono de Guerra Económica, Economía Familiar, y la bolsa de CLAP, que siguen llegando de forma religiosa con las características ya usuales para el pueblo venezolano, los jubilados de PDVSA rechazan el pago de sus deudas en Petros, y en la frontera venezolana la gasolina se consigue a 0,85 dólares el litro.

Después de cada sesión, los análisis, comentarios y consideraciones acerca de los temas tratados y los acuerdos alcanzados, todavía provocan que la legitimidad de la nueva Asamblea Nacional (AN) se siga sintiendo expectante y taciturna – escarpados territorios de las intrigas palaciegas-. El arte no se explica, se siente, se puede argumentar pero sin perder el aire poético que lo rodea.

La planificación de un atentado

Entre un tema y otro, se pone sobre la mesa un punto inquietante: la Asamblea Nacional (AN) denuncia la planificación de un posible atentado bomba, ahora el ambiente que se respira es de un prolongado mutis de corte expectante.

El presidente del parlamento, Jorge Rodríguez, denunció ante la opinión pública nacional e internacional, que Richard Grillet Álvarez fue detenido el pasado 26 de enero cuando se disponía a poner tres explosivos en el edificio administrativo del Legislativo y en las adyacencias. Tan grave acusación trajo como consecuencia una moderada conmoción en los miembros del parlamento, tanto del gobierno como de la oposición.

Jorge Rodríguez explicó que el oficial de seguridad fue capturado cuando se disponía a colocar explosivos en las instalaciones del Parlamento, agregando que fue contratado por un agente de la Agencia Central de Información (CIA) desde Colombia, con la colaboración también de la agencia de inteligencia colombiana.

Richard Grillet Álvarez, quien se desempeñaba como oficial de seguridad en la AN, declaró que había sido contratado para poner «tres cajas explosivas con panfletos» en dos pisos del edificio José María Vargas, sede administrativa del Parlamento (AN), todo esto a través de un supuesto pago de 5.000 dólares.

En su testimonio grabado, Grillet Álvarez explicó que fue contactado telefónicamente desde Colombia por Mariano José Ugarte Morillo, a quien el gobierno venezolano señala de pertenecer a la CIA, para realizar acciones desestabilizadoras en el país.

«Grillet Álvarez fue reclutado por un agente de la CIA en Colombia» para realizar actos de sabotaje en el parlamento venezolano y neutralización de una base de radares ubicada en la parroquia del Junquito en las afueras de Caracas.

«Sabemos de esos planes porque te estamos respirando en el pescuezo, Iván Duque», dijo Rodríguez, quien responsabiliza al presidente colombiano de estar detrás de los planes conspirativos.

Durante su comparecencia ante los medios, Rodríguez afirmó que en el teléfono incautado a Grillet Álvarez estaba registrado un video llamado que le hizo Ugarte Morillo, quien se encontraba en Bogotá, acompañado de un «funcionario de Inteligencia de Colombia que le reporta a Iván Duque las acciones contra Venezuela».

«Tenemos nuestras fuentes en la zona más álgida de la inteligencia colombiana», insistió el presidente del Legislativo, Jorge Rodríguez.

«Duque es una persona cobarde por naturaleza, pero le tiene terror a la Fuerza Aérea Bolivariana y por eso su insistencia en atacar el arsenal defensivo de Venezuela y la Fuerza Armada», aseveró Rodríguez durante la inquietante y reveladora sesión de esta semana.