La inflación sigue su camino ascendente, aunque a un ritmo menor.
La incertidumbre ha sido la norma en el mercado cambiario los últimos meses del año pasado y los primeros días de enero.
La cotización de las divisas estuvo marcada por importantes aumentos, y la respectiva alza en los precios, seguido de abruptos retrocesos que se llevaron consigo parte del poder adquisitivo de los venezolanos.
Con la excepción de algunos repuntes, desde la segunda semana de enero parece que la calma llegó al mercado cambiario pues el precio del dólar se ha mantenido relativamente estable alrededor de los 75 mil bolívares.
Un trabajo publicado por el portal Contrapunto.com se señala que a pesar de que la divisa estadounidense tocó por primera vez los 70 mil bolívares el 3 de enero, se mantuvo con alzas y retrocesos hasta la semana del 20 de enero, cuando regresó a ese rango con un inicio de 75.249,2 bolívares.
En este sentido fue consultado el economista Leonardo Buniak quien señaló que esta «relativa estabilidad» se debe a que el Gobierno contuvo el incremento del gasto público y bajó la expansión monetaria de origen fiscal con la emisión del petroaguinaldo en el mes de diciembre.
Asimismo agregó que la entrega del bono en petros que no pudo ser canjeado por la totalidad de los beneficiarios se convirtió en una barrera de contención del gasto fiscal, es decir, al otorgar petros en lugar de bolívares no se incrementó la liquidez monetaria, a lo que se suma la paralización del crédito bancario producto de las políticas de encaje legal.
Explica el técnico que estas medidas detienen cualquier expansión de liquidez que permita un crecimiento de la demanda y presione los precios y la búsqueda de bolívares.
Con relación a los repuntes que ha experimentado el precio del dólar, Buniak indicó que se produjo un aumento de la liquidez cuando Pdvsa realizó pagos a proveedores y el Banco Central de Venezuela compró los petros aceptados por comercios a los 1,2 millones de beneficiarios que pudieron canjearlos.
«Durante el mes de enero hubo una contención fiscal muy importante, el mercado está muy ilíquido en bolívares por lo que hay poca presión en el mercado cambiario», indicó.
Sin embargo aclara el analista que esta tranquilidad en el mercado cambiario en medio de un contexto hiperinflacionario provoca una pérdida de poder adquisitivo del dólar frente a la inflación.
«Hoy tener divisas ya no es como era antes una señal de prosperidad y bienestar», afirmó.
Asimismo, señaló que las mismas razones que contuvieron el alza del dólar produjeron la desaceleración de la tasa de inflación en 2019.
«A pesar de que tuvimos una inflación de 9.500%, que supone multiplicar por 95 los precios el año pasado, se produjo una suerte de desaceleración con respecto a la inflación que teníamos en el año 2018», agregó.